Raquetas primaverales en Javalambre

Falso Javalmbre 1985m (derecha)

A pesar de los primeros días de calor primaveral que vamos sufriendo estos últimos días, todavía tenemos cumbres con nieve.

Gracias al gran temporal que nos ha azotado durante un buena semana de intensas y necesarias lluvias. Estas, en cotas no tan altas como pensamos se transformaron en nieve.

El invierno ha querido dejar firmada su sentencia de muerte con la sangre helada que mas lo caracteriza.
Las raquetas de nieve es una de esas otras modalidades invernales, para disfrutar de la montaña de manera diferente.
En Levante, los dos sitios neuralgicos para practicar este deporte, son, por su continentalidad y altitud las Sierras de Javalambre y Gudar. Pero no hay que confundirse, el hecho de llevar raquetas no quiere decir que andar con ellas por la nieve es como si fuéramos por el asfalto. La sangre del invierno, seguirá sin ponerlo nada fácil a todo aquel que ose de pisarla.

Bajando a la fuente de la Zarzuela, podemos observar los restos de lo que llego a ser la nevada, sino hubiera sido castigada por estos días de calor.

 Recorrer la sierra de Javalambre, es algo que no tiene precio en un mundo monetarizado. Un viaje en el tiempo, en un lugar donde  este mismo se detuvo. Tal vez detenido por el glacial frio en su época dorada. Cuando las rocas se gelifractaban para dar paso hoy en dia, a un mosaico de pequeñas rocas grises que en cada pisada producen notas musicales. Notas musicales que suenan a la melodía de antiguos glaciares que pudieron ser y nunca fueron. Aunque hoy en día se conocen en ella, la existencia de pequeños depositos morrenicos, de épocas de frió muy riguroso, pero ella se llevara a la tumba hasta cuanto de poderosos fueron sus hielos perpetuos.

Por encima del barranco asoma el Pico Javalambre 2020m

 Uno de los sitios donde mas podemos encontrar acumulación de nieve, ya bien sea por su altitud, orientación al norte y resguardado de los fuertes vientos barredores de nieve. Es uno de los puntos donde se origina el barranco de la Dehesa, cerca del Falso Javalambre y de una cumbre contigua sin nombre. Aquí algunos años a finales de Mayo se han encontrado neveros residuales.
Por lo tanto no puede faltar en este rincón un buen descenso con las raquetas.

Vista desde el inicio del descenso del barranco de la Dehesa, con la cumbre si nombre, tras de ella se encuentra el Falso Javalambre.

 Recorrer la sierra va mas allá del blanco del paisaje. Su soledad extrema junto con los habituales fuertes vientos hacen sentir que para nosotros el mundo se ha acabado

Las rocas y pequeñas peñas rocosas quedan sepultadas bajo la nieve.

En este rincon debe de haber mas de un metro de espesor.

Esto parece lo mas alto de los Pirineos

 Esta sierra tambiénn se caracteriza por poseer innumerables lomas y formaciones rocosas, pequeñas peñas rocosas, las cuales, algunas se encuentran en lo alto de las cumbres. Entre ellas suelen existir grietas y pequeños abrigos. Son sitios extremadamente aislados y silenciosos, de esos que te hacen preguntarte mas de una vez, si alguna vez algún humano ha ido hasta allí o cuando fue la ultima vez que alguien ha estado alli. En invierno, esos aislados rincones rocosos se encuentran envueltos entre mantos de nieve y muchos de ellos sepultados bajo ella. Esperando a que llegue la invernal oscura noche de Javalambre. La única noche donde conviven el negro y blanco, la oscuridad del impoluto cielo y la luminosidad de la gélida nieve

Atrás queda el blanco, cedido en sacrificio por la primavera a las entrañas de la tierra.